Y a pesar de todo...sigue vivo.
Un corazón al que las fuerzas no le quedan sino de sentir que la vida es algo más que una búsqueda de lo imposible. Un corazón tan fuerte que a pesar de como ha sido tratado una y otra vez es capaz de escalar de nuevo esa cima infinita esperando volver a ver de nuevo la cumbre y en la que no exista vacío en el que caer.
Ese corazón es al que te enfrentas conocer. Ese es el corazón forjado de nuevo entre piedra y sal, al que la aparición de tus pasos pueden congelarte por su gélida desconfianza o quemarte entre sus dulces ganas de la verdadera llegada de quien le pertenezca. Trátalo como se merece y quizás el tuyo también encuentre lo que en las viejas historias llamaban sentimientos, lo que en las nuevas se llama amor.