miércoles, 11 de abril de 2018

Thanks Max

Seguro que nunca llegarás a leer esto, pero no me importa. Y si llegas aquí por cosas del destino, te diré una cosa: gracias. Gracias por haber sido una de mis mayores desilusiones de estos últimos años. Te lo digo de corazón, gracias. Gracias por haber sido esa persona inestable y desastrosa, por querer enamorarte de mil personas y no cuidar y valorar a la que tenías delante, a la que llamabas única.

¿Todavía no crees lo que te digo? ¡Gracias! Sí, te agradezco que hicieras trizas mi corazón, porque fue la última oportunidad que le llegaré a dar a una persona insegura. Gracias, en serio, por hacerme sentir uno más de tu colección por no creerte tus propias promesas. Y además, con suerte para ellas, las nuevas personas que dejes de lado por tu inseguridad, quizás también se hagan más fuertes por aprender que no deben de fiarse de las palabras más dulces.

Gracias por enseñarme que las peores personas no son aquellas que te insultan o se creen mejor que nadie, sino aquellas que aparentan ser buenas y que te quieren, y luego pueden dejarte de lado sin menor dilación.

Por fin, gracias. Gracias porque ahora soy feliz, me siento fuerte, pletórico y con ganas de comerme el mundo. Porque fuiste la guinda del pastel de mis decepciones y hoy sé aún más qué necesito para ser feliz. Transformaste en bloques rotos mi 2017, te llevaste parte de él contigo, pero 2018 empezó genial y cada vez va mejor. Lo seguiré llenando de ilusión y cosas buenas, y alejarlo de todo lo que se parezca a lo que tú me has enseñado a no caer. Así que por última vez, gracias. Y si acaso, nos volveremos a ver alguna vez en un recuerdo, porque en el futuro... nunca más.