domingo, 1 de noviembre de 2020

Un título random

La verdad es que no sé cómo empezar esto, ni cómo acabarlo ni nada. Hoy ni tengo ganas de quebrarme la cabeza para escribir de forma bonita. Hoy me apetece soltar una parte de mí mediante la escritura de forma natural. Y es que... Este 2020 se clava en mí a diario, cada día. Unos días lo noto haciéndome mucho daño, y otras veces menos, donde incluso me da por sonreir y decir alguna de esas tonterías que hace tiempo me caracterizaban tanto. Pero es doloroso. Y es doloroso sentirse rodeado de gente a la que les importas y al mismo tiempo recrearse en un nubarrón de soledad que te envuelve. Es doloroso sentir que construyes para que te echen el edificio abajo. Es doloroso querer. Es dolorosa la ansiedad y es doloroso sentirse desconcertado, incomprendido. Llevo desde hace años nada más que repitiendo una y otra vez la palabra "valorar" en la mayoría de lo que escribo. Valorar, valorar y más valorar...¡Para qué! Este 2020 es un asco, no hace más que doler cada día, y lo más curioso es que no lloro, no lloro nunca, y no por ser más hombre precisamente ni esas cosas que tan poco me gustan de la sociedad. No lloro quizás porque mi cuerpo siente de alguna manera que necesito a la persona indicada a mi lado para soltar todo lo que llevo dentro, o porque llevo tanto dolor y tanta sensibilidad acumulada durante tanto, tantísimo tiempo, que el día que llore voy a hacerlo de la mañana a la noche. Lo que está claro es que 2020 no estaba hecho para los que somos personas sensibles, porque por mucha coherencia que pongas ves todo de una forma tan absurda, ves como todo lo bueno que has intentado hacer con toda tu buena fe, tu cariño, tu dedicación, antes de esta pandemia al final se convierte en algo difuso esperando a ser reconocido en algún momento de nuevo. Añoro el antes, me añoro a mí, añoro quienes eran los demás, añoro cómo antes (esta vez sí) "valorábamos" las cosas.

Esta vez no estoy siendo simbólico ni un poeta del siglo XXI, este es quizás el texto más sincero, más claro, más real que he escrito aquí. Quizás porque no soy el único que se encuentra este año así, quizás porque me estás leyendo y te sientes identificado o indentificada conmigo, quizás también estas implorando ayuda, quizas también te has perdido y no sabes como encontrarte. Pero ¿sabes? Estoy aquí, yo sigo aquí, soy real, tan auténtico como estas palabras que estás leyendo. Soy una persona sensible más en este año de mierda, sí, sin embargo estoy seguro de algo, muy seguro. Sigo siendo yo mismo, el mismo de hace un año, el mismo de hace dos, el mismo de hace tres. Si algo ha cambiado en mí es en que he tratado de mejorar como persona, e intentar corregir esos errores que al fin y al cabo uno tiene como cualquier ser humano. Sigo siendo yo, solo que 2020 me ha venido muy grande.