domingo, 21 de agosto de 2016

Ya no llueven lágrimas

            Hoy ya no llueven lágrimas desde la ladera de mis párpados. Ya no tienen la fuerza para recordarme que un punto y a parte no es el final de una historia. Una historia sembrada desde una canción donde las almas gemelas vuelven a existir. Donde tú y yo somos un Sí.

No hay fuerzas. No hay fuerzas ni razón para olvidar cómo eres. Cómo tus dedos viajan por mis mejillas para acercarme al camino de tus besos, y hacer el amor sobre las sábanas de tu mirada. De ver en tu cuello tus pasiones destacadas. Cómo tu sonrisa, tus bromas despertando las ganas de levantarme de mi letargo, son capaces de alegrar mis sentidos más serios.

De lo único que tengo fuerzas es de hacer justicia a nuestro mundo. De hacer realidad unas promesas que solo quieren la lealtad de sus hacedores. Ver como los dos fabricamos miles de momentos, demostrando que la monotonía no existe si estamos dispuestos a romper las barreras establecidas.

Cumplir nuestros sueños, nuestras fantasías, nuestras oportunidades para ser felices por unos instantes. Unos instantes que se hacen eternidad por el simple hecho de encontrarte a mi vera, haciéndome cosquillas en las yemas de mis dedos mientras me dices payasadas, mientras tu mirada repasa mis labios seguida de la suavidad de los tuyos, mientras me sientes, mientras amanece, mientras eres especial...


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