viernes, 18 de diciembre de 2015

Comprensión




Te sientas. Cierras los ojos. Respiras profundamente. Los abres, sonríes. ¿Unos segundos? Una eternidad. Recuerda, sueña, emociona, extraña, piensa, siente, considera. Sensaciones, que surcan nuestros adentros y se ocultan, a veces muy profundamente y aparecen tras los muros de nuestra alma.

Recuerda. Recuerda lo bueno, lo que valió, lo que marcó nuestra vida, y el por qué. Un por qué de todo lo maravilloso que está por venir. Un mundo a la espera de ser llamado. Un mundo de sonrisas, de sentimientos, de vida aflorando ante la pasividad de lo estático.

Sueña. Sueña y cuida tus sueños, pero cuida tu día al mismo tiempo. Nuestros sueños suelen ser el reflejo de nuestros miedos, de lo que tememos perder. Por eso vive y deja vivir, que ellos al caer la noche agradecerán el respiro.

Emociona. Emociona como si mañana fuera tu último día en este mundo. Entrégate a los pequeños detalles y corre, baila, haz diminutos regalos, escribe, sonríe cuando miras a alguien.

Extraña. Extraña que vida sólo tenemos una. Que los recuerdos son nuestros mayores y únicos tesoros verdaderos. Que amar el pasado es saber cómo amar el futuro. Que el amor del pasado puede construir mayores caminos de lo que está por venir.

Piensa. Piensa que las cosas han pasado por algún motivo, que nada está perdido. Que lo único perdido es lo que no se intenta. Y que lo que tuviste, si de verdad era tuyo, volverá.

Siente. Siente el ser tú mismo, el ignorar lo que puede ser o podrías haber hecho. Sé libre y siente, que los sentimientos es uno de los mayores regalos que se le pudo dar al ser humano.

Considera. Considera lo que pierdes, considera lo que ganas. Lo que está por llegar, lo que el mundo te ofrece, lo que al corazón le llena, lo que al corazón le llama.


Despierta. Despierta, que ya lo has comprendido.


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